martes, 13 de septiembre de 2016

HISTORIAS DE VIDEOCLUB




Corría el año 1985 y Mike pasaba todo el día en el videoclub del barrio esperando que llegaran los nuevos estrenos en VHS o simplemente para hablar con Murray.
Murray era el dependiente del establecimiento, versado en astrología y consumidor habitual de novelas de ciencia ficción,  disfrutaba contando historias a los chavales que pasaban por el videoclub, historias que de alguna manera actuaban como un rayo tractor, o eso le gustaba pensar a Murray, ya que en realidad casi todos soportaban sus relatos para poder llevarse a casa el estreno de turno de la semana. No era el caso de Mike que sólo iba por las historias del extraño dependiente, olvidándose a menudo de las películas que le pedía alquilar su hermano. El mejor día de la semana era el sábado, ya que Mike podía pasar casi todo el día en el Videoclub con la excusa de esperar que llegara algún nuevo estreno,  incluso por la noche cuando llegaba la hora de cerrar, Murray bajaba la persiana y se relajaba, era entonces cuando las mejores historias surgían de sus labios. El relato de aquél sábado parecía sacado de algún libro de los que leía Murray.  Contaba la historia de un ser de otra galaxia que tuvo que huir de su planeta natal por poseer una serie de habilidades. Habilidades que sus congéneres querían que usara en contra de un enemigo desconocido que amenazaba la existencia de todos ellos. Dichas habilidades salvarían a todo el planeta pero el poseedor de las mismas pagaría un alto precio por usarlas. De tanto en tanto algún cliente picaba la persiana para devolver alguna película, cosa que interrumpía la narración de Murray y le daba más emoción al relato.  Murray podía describir hasta la última arista de una nave espacial, hasta el último asteroide de un sistema planetario, pero de vez en cuando en sus historias dejaba detalles importantes incompletos, para mantener la tensión del relato pensaba Mike. Ese era el caso de ese sábado, a Mike le parecía que había muchos cabos sueltos, demasiados, se decía a si mismo recapitulando cuando algún cliente interrumpía al dependiente. El relato terminó finalmente y dejó una mala sensación a Mike, al cual no le gustó nada el desenlace en el cual el supuesto salvador huía, y con él sus habilidades, dejando a sus iguales en manos de los invasores, causando la extinción de su raza. Mike no aguantó más y dijo al concluir el relato:

-Murray ya sabes que tus historias me fascinan pero siento decirte que la de hoy no me ha gustado nada. Parece incompleta, no entiendo el desenlace, ¿Por qué no salva a toda su raza? Aunque el precio que tenga que pagar sea muy caro.
Murray guardó silencio pensativo, como si intentara recordar el resto de la historia. Pasados unos segundos dijo con un gran pesar:

-Lo mismo me pregunto yo todos los días cuando cierro los ojos para dormir y veo como toda mi raza se extingue y yo me quedo de brazos cruzados. 

Historias de VideoclubMurray from outer space

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