Nos
encontramos ante la primera entrega de la pentalogía de Los Guardianes de
Serguei Lukyanenko. Se divide en tres capítulos con tres historias
interconectadas a una trama central. El protagonista absoluto es Antón
Gorodetski, un Otro de bajo rango miembro de La Guardia De la Noche. Habiendo
visto las dos películas sin saber que se basaban en un libro, me congratulé al
descubrir las novelas, ya que las adaptaciones me gustaron mucho pero había
cosas que no se entendían mucho, y sobretodo me quedé con la sensación de que se
podía haber sacado más de ese extraño universo que presentaron los filmes. El
primer libro me ha hecho descubrir mucho mejor a las dos guardias (del día y de
la noche) y sus pugnas ancestrales.
Me ha resultado de fácil lectura ya que el
autor es muy claro en sus planteamientos, aunque escribe de una manera
peculiar, o posiblemente sea que traducir del ruso al español, y mantener la
coherencia, debe ser complicado. La acción transcurre en Moscú, lo que resulta
normal tratándose de un autor ruso, cosa que a priori imaginaba que iba a ser
un problema por la diferencia cultural, pero no podía estar más equivocado. Me
han encantado los personajes sinceros y francos que no se andan con rodeos como
Boris Ignatievich , Zavulón, Kostia, Svetlana, Semión, Olga y mi preferida (con
perdón de Antón) Tigrecito; todos juntos forman un elenco de Otros con gran
variedad de fascinantes poderes desconocidos por mí hasta el momento.
Si
superáis la extraña y simple narración de Serguei os encontraréis con un
universo fantástico/terrorífico muy interesante y original, o así me lo ha
parecido a mí. Por destacar alguna cosa que me sorprendiera, os diría que tuvierais
cuidado con los malos pensamientos hacia alguna persona, ya que si fuerais un Otro
sin despertar, estaríais repartiendo maldiciones a diestro y siniestro a
vuestros enemigos, que podrían acabar incluso en una guerra nuclear.
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