Después de unos siete meses leyendo sin parar y escribiendo
en el blog, me ha gustado esto de escribir. He estado dándole vueltas a la
cabeza ¿Cómo empiezo? ¿Qué escribo? Planteándole a un amigo mis dudas, me
comentó algo muy sencillo con estas palabras. “Tú lo que tienes que hacer es un
relatito corto, de unas 20 líneas o por ahí” A lo que yo dije “ya tío pero de
que….”, no me dejó acabar “personaje y situación tío, personaje y situación, simple”.
Parece una tontería pero no lo había pensado de esa manera, que es una novela
si no un conjunto de personajes y situaciones. Pues ahí voy con mi primer relato.
Los que lo leáis no os cortéis en decirme lo que sea, tanto malo como bueno.
"EL
ELEGIDO"
Olaf se despertó y miró a su
alrededor. Se encontraba en una pequeña isla en el medio de lo que parecía un
gran lago. Tras inspeccionar el pequeño trozo de tierra donde estaba, reparó en
un objeto extraño. Lo cogió y, examinándolo más
detenidamente, descubrió que se trataba de algo orgánico. De repente el objeto
cobró vida y se aferró a su cara. Extraños apéndices se introdujeron en las
fosas nasales, oídos y boca del individuo, que luchaba como un poseso contra
ese ser o lo que fuera. Pero la lucha fue en vano, pronto perdió las fuerzas y
quedó tendido en el suelo sin poder respirar. Se preparó a si mismo para morir
y cuando casi se le nublaba la vista y apagaba el corazón una voz retumbó en su
interior.
-¡Sumérgete
en el agua!
Si Olaf
hubiera podido abofetearse a sí mismo, creedme que lo habría hecho. Rodó por el
suelo y se hundió en el lago. La extraña máscara pareció emitir un gemido al
tomar contacto con el agua, al mismo tiempo que Olaf volvió a respirar. Miró a
su alrededor y sólo vió agua turbia que pareciera estar estancada desde hacía
mucho tiempo. Tras unos segundos la extraña voz volvió a sonar en su interior.
-Soy Nemri y
el destino te ha puesto en mi camino por un noble motivo. Debes ayudarme.
Olaf estaba
desconcertado, ¿le estaba hablando la máscara?, ¿Qué era esa criatura?
-Sí, te
estoy hablando y soy una etérea acuosa.
-¿Lees mi
mente?
-Estoy en tu
mente.
-¿Dónde
estoy y que quieres de mí?
-No tenemos
tiempo, ahora debemos ir a más profundidad y lo entenderás todo.
Máscara y
hombre descendieron. Al ir ganando más profundidad el agua pareció aclararse y
se vislumbraban siluetas extrañas en el fondo. Al principio le parecieron
plantas acuáticas, pero al ir acercándose, todo parecía formar parte de un
organismo gigantesco. Ni en sus peores pesadillas se hubiera imaginado una
criatura así.
Llegaron al
fondo del lago y ahora la criatura se erguía como una montaña viva delante de
ellos. Parecía una especie de pulpo, pero con miles de tentáculos de diferentes
grosores y longitudes. No se distinguía nada más, ni ojos ni boca ni
extremidades que no fueran los tentáculos. Entonces un sonido agudo lo invadió
todo. Olaf miró alrededor intentando identificar que emitía aquel zumbido, y se
dio cuenta que era el mismo. En ese instante la montaña se acercó a la fuente
del sonido, quedándose a unos pocos metros. Entonces volvió a retumbar la voz interior.
-¿Quién osa
perturbar mis meditaciones?
-Soy yo
padre, Nemri. Ya lo he encontrado.
-¿Eres tu
Olaf hijo de Olgur?
-Si, que
queréis de mí. Sólo soy un simple pescador.
-Tu padre
hizo un trato con los elementales etéreos hace mucho tiempo. Por lo que ahora
perteneces a mi hija para siempre. Prepárate para perder tu condición humana.
Después de
que la última palabra resonara en su interior, notó como todo su cuerpo se
retorcía. Brazos y piernas se convirtieron en extraños tentáculos y todo su
cuerpo cobró un tono liliáceo. La máscara ya no era tal, se había fusionado con
lo que fue la cara de Olaf y ahora todo formaba parte de un mismo ser. Así fue
como nació el primer híbrido etéreo, mitad mortal mitad criatura acuática, destinado, según rezaba la profecía, a liberar al pueblo submarino al que
pertenecía.
Más, queremos más bichos raros y tramas con subtramas que desencadenen en la locura.
ResponderEliminarUn saludo.